
Pedro es pobre; Aurora es rica. Pedro es moreno; Aurora es blanca. Pedro es huacho; Aurora es mujer.
Ambos niños viven realidades asfixiantes, existencias carentes de sentido y esperanza, determinadas siglos antes de su nacimiento por hombres ricos y blancos.
En una sociedad así de opresora, el único camino hacia la libertad es la ira. Cuando Pedro y Aurora descubren el arte de los brujos, podrán al fin escapar de las cadenas que los sostienen. Aunque eso signifique pactar con el Diablo. Aunque eso signifique hacer el mal.